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miércoles, 8 de abril de 2015

Hogaza con semillas de girasol

¡Vuelvo a las andadas! Debido a unas causas u otras (durante un tiempo laborales) no he podido continuar con mi actividad en el blog; pero no me olvido de él.

Hoy lo recupero con un pan casero muy fácil de hacer. Es una hogaza riquísima.

Se hace introduciendo la masa en una fuente de pirex resistente al horno y en una hora tenemos nuestro pan.

Ingredientes
180 gr agua
10 gr levadura de panadero
20 gr aceite de oliva
310 gr harina de fuerza
10 gr sal
40 gr semillas de girasol (sin tostar)

CON AMASADORA
Si tenéis amasadora ponéis en ella los ingredientes por este orden: Agua, aceite, levadura, harina, sal (la sal que no toque nunca la levadura porque pierde sus propiedades)
Yo los pongo en la Thermomix a velocidad de amasado durante 5 minutos y listo.
Saco la masa y la pongo en la encimera con un poco de harina y amasando poco a poco introduzco las semillas de girasol.
SIN AMASADORA
Si no tenéis amasadora la podéis hacer a mano, que es también muy sencillo. En un bol poned los ingredientes secos: harina, sal y semillas de girasol.
En otro bol poned el agua un poco templada (la templáis en el microondas unos segundos) y deshacéis en ella la levadura, que quede bien disuelta. Añadís el aceite, mezcláis todo bien y lo incorporáis a la mezcla seca poco a poco con una paleta con movimientos envolventes hasta que veáis que todos los ingredientes están bien unidos.
En este momento ponéis la bola de masa a la encimera y con un poco de harina acabáis de amasar otro poco. Es una masa muy fácil de trabajar, no se pega en absoluto. De este modo cómo no da tanto trabajo os quedarán más ganas de hacer muchos más.
Le damos forma y con un cuchillo la hacemos unos cortes, cómo más os guste. Untáis el pan con un poco de aceite y espolvoreáis harina por encima. Colocamos la masa en el plato de la fuente pírex un poco untado con aceite y harina; lo tapamos con la fuente y al horno. 
Y ahora viene lo mejor. Lo introducimos al horno en frío a 200º C (con aire) durante 45 minutos. Diez minutos antes de terminar retiramos la fuente que hace de tapa y dejamos que se dore. Pasado el tiempo lo sacamos y comprobamos que está cocido volcándolo boca abajo y golpeando suavemente la parte inferior; debe sonar a hueco.
Lo retiramos de la fuente y lo dejamos enfriar en una rejilla de metal.
Por supuesto podéis hacerlo como más os guste, con o sin semillas, con nueces, etc.

Y listo, ya tenemos nuestro pan casero en muy poco tiempo y casi sin esfuerzo. No hay cosa más gratificante que desayunar todos los días con tu propio pan. Sabes lo que comes y está buenísimo.






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